domingo, 27 de diciembre de 2009

ALTA Y CLARA

El jueves pasado el suplemento Las 12, de Página 12, publicó una nota firmada por los autores de este blog sobre el festival Voix de Femmes.

Pueden clickear acá para leerla.

La estadística indica que se registraron 0 peleas en la redacción de esa nota pero ese dato no se lo pasamos a Página porque queríamos que fuera exclusividad de nuestros lectores.

martes, 15 de diciembre de 2009

IMAGEN REPETIDA


La imagen del guante huérfano se nos apareció en todas las ciudades.

viernes, 11 de diciembre de 2009

HASTA PRONTO, PEPECITA

Pépé se quedó a dormir el domingo con nosotros en lo de Vero y Kelo. A la mañana, salimos a dar una vuelta por el 16éme, el barrio donde ellos viven por esos azares de la vida laboral y donde gente como nosotros no tiene demasiado qué hacer. Sin embargo, fue ahí y el última día que hicimos eso tan típico de París: tomarnos un café sentados en una mesa en la calle y ver pasar la gente.


Perrine se quiso sacar esta foto frente a un hospital que se llama casi como ella:


Santa Perrine cura, trae suerte, cumple y dignifica.

"¡Llévenme!", nos repetía a cada rato, mientras cerrábamos la valija, mientras viajábamos en metro a Gallieni, mientras hacíamos el check-in del Eurolines. Ay, Pepecita, qué no daría por tenerte en Buenos Aires ahora, cantando mientras preparás una tisana en nuestra tetera, tocando la quena que nos regalaron los "sobrinos" chilenos y a la que nosotros no somos capaces de sacarle un sonido, metiendo mano en nuestras macetas, prendiendo velas. Estoy segura de que vendrían más pájaros y mariposas si estás acá, y quizás hasta algún gato nos adoptaría.

Pépé y la poule.

Una de las últimas charlas que tuvimos fue acerca de los viajes, y de todo lo que uno extraña después, y que casi casi que sería mejor no haber viajado nunca ni haber conocido a nadie para no sufrir tanto después.

AMIGO FUTBOLÍN

A Roeland lo conocí hace dos años y recordaba dos características esenciales de su personalidad: es gracioso y es futbolín. Cuando visitamos su casa en febrero del 2008 tenía pegado en el baño el fixture de la Eurocopa que se jugaría pocos meses después. El baño es chiquito, así que desde el inodoro se leía a la perfección. Ahora tenía pegada la programación de distintos torneos que se televisarían durante diciembre y también una columna que él escribió para un medio especializado en educación sobre las ventajas de leer los atlas (es docente de geografía). "El baño es mi oficina", resumió Roeland, que recibe todas las semanas una revista deportiva, que también colecciona en el baño.

Hace unos meses hizo un curso de español en Salamanca y durante nuestra estadía sólo quiso hablar en nuestro idioma y, por cierto, se las arregló bastante bien. Hasta nos escribió un poema para San Nicolás en español, lo cual es un avance notorio teniendo en cuenta que la otra vez nos había dejado una cartita con traducción simultánea en inglés. Vimos juntos el sorteo del Mundial y ambos quedamos conformes con los rivales que nos tocaron. La última noche fuimos los cuatro a tomar unas cervezas al bar irlandés que estaba enfrente de casa y luego, cuando volvimos, nos tomamos otra en casa, mientras las chicas se iban a dormir. No me acuerdo mucho de qué hablamos porque ya estaba bastante en pedo, pero al menos logramos entendernos en un español lento y, quiero creer, preciso.

Le llevamos de regalo unas medias de fútbol de Almagro, que ya estrenó, y en este video hace un análisis sobre el Diego y sobre el tricolor. La frase "el Diego es lo más grande que hay", con el gesto fierita incluido, fueron sus primeras palabras en español y se la enseñaron unos rosarinos amigos de Saskia.

SOIRÉE LATINA

Nuestra vuelta a la patria fue de lo más compliqué. Teníamos que tomar el avión en Madrid, a donde finalmente no tuvimos nada que hacer. Tomar un tren de Utrecht a Madrid era carísimo; tomar el Eurolines insumía dos días (el Eurolines, intuyo, tiene recorridos circulares); tomar esos aviones "baratos" que te terminan cobrando el equipaje de mano que no te dejan subir, la reserva online que no hiciste y otras tramoyas, para mí, mal que le pese al Jose, no era opción. Así que fuimos en micro de Utrecht a París, el domingo a la mañana. Pernoctamos en lo de Kelo y Vero y salimos el lunes a la tarde de París a Madrid, adonde llegamos el martes a la mañana. El martes a la noche dormimos en el avión (yo caí inconsciente, directamente). A dos días de haber vuelto, no puedo dejar de madrugar y al mismo tiempo un cansancio como nunca en la vida.

A lo que iba (porque el jet-lag me vuelve muy dispersa): el domingo a la noche hubo fiesta de despedida en lo de Kelo y Vero con los amigos de París. Los mencionados K&V, Pépé que justo ese fin de semana tuvo un taller de canto en la ciudad, Seb, Delphine y Ana (directora y actriz de teatro a las que conozco del festival) y hasta una antropóloga francesa que estudia no sé qué del barrio de Boedo, a la que conocimos en esta ocasión tan particular. La "Soirée latina" había sido idea de Fernando, el director de mi obra Ábaco, que también vive en París, pero se le prolongó un ensayo y no llegó. No se armó baile, lo cual siempre me decepciona un poquito, porque siempre, siempre estoy queriendo bailar, pero fue hermosa esta despedida. Me encantó que Seb le recomendara rincones de París a Pépé (ella no conoce mucho, él ama su ciudad), presentar a Pépé como artista ante Delphine y Ana, que Ana quiera hacer yoga con Vero aunque le den vértigo las invertidas, que Vero y Pépé se hayan conocido porque seguro que se van a volver a ver y se van a llevar muy bien. Estaba tan contenta que en un momento me dio el Síndrome Fiesta de Quince y quise fotos con todos:

Con Ana y Delphine

Con Perrine (Pépé) y Seb. Nótese la cara de interesante de Seb.

Con Kelo

Con Vero y la boedóloga

La noche anterior, Jose le había contado por teléfono a su mamá que habría una soirée latina para despedirnos de los amigos en París y de pronto me di cuenta de que eso sonaba "très cool", y quizás hasta bastante snob, y me dio muchísima risa.

Nota al pie: la foto con flash en interiores debería estar prohibida por ley. Eso opino. Pero así soy yo, toda contradicción.

jueves, 10 de diciembre de 2009

DESCONTROL GASTRONÓMICO EN MADRID

Llegamos a Madrid cerca de las 7 de la mañana y nuestro avión salía a las 22. Perez había arreglado un encuentro con Esmeralda y José, dos amigos españoles que conocimos este año en Buenos Aires y que se voluntarizaron para pasearnos durante ese rato muerto y, luego, llevarnos al aeropuerto.

Dejamos todo el equipaje en la consigna y salimos a caminar por una ciudad que recién se estaba desperezando. Por las calles quedaban bastantes rotos de la noche anterior y estaba todo cerrado. En ese momento, no podía imaginar la maratón gastronómica que me esperaba. Perez me juró que me iba a llevar a tomar el mejor chocolate con churros del mundo y debo decir que no me defraudó. Desayunamos en San Ginés, una histórica chocolatería que no conocía y a la que deberé volver cada vez que vuelva a Madrid. Al mediodía, mientras caminábamos con ellos cerca del Palacio Real, liquidamos las últimas sobras francesas que nos quedaban en el bolso: queso de cabra, camembert y baguet para recuperar energías. En ese barrio también nos tomamos una cervecita con unas aceitunas y de ahí enfilamos para un bar que ellos describieron como "cutre" y yo diría que estaba en la frontera en la que lo pintoresco se funde con la cacona. Me preguntaron si prefería ir a otro lugar y dije que ni en pedo, no me iba a poner quisquilloso minutos antes de volver al Tercer Mundo. Además, toda la mugre del lugar eran las servilletas que se tiraban al piso. Nada grave. Al menos te daban servilletas, no como en Berlín. Allí comimos el plato típico del lugar, que es un sánguche de rabas fritas. Una bombita que me hizo pensar en que no iba a poder probar bocado en el resto del día, pero cuando atardecía Jose sugirió pasar por La Mallorquina, otro lugar típico de Madrid, donde compró cuatro napolitanas, algo así como la versión gallega del pain au chocolate pero, créanme, aún más rico. Por suerte, sobró una, que devoramos ayer, con Larissa. Las napolitanas las comimos mientras tomábamos un café en una parrilla argentina que se llamaba "El virrey de San Telmo".

Con la panza llena, llegamos a horario a Barajas, aunque el camino estaba pésimamente señalizado.

SUEÑO

Sueño que estoy en mi casa. Sueño con el techo azul de mi habitación, con el perchero con mi ropa. Sueño que paso de pieza en pieza. Hay una fiesta. Está Saskia por ahí, también Kelo. Es una fiesta de despedida. Mañana bien temprano seguimos viaje. Nos esperan muchas horas por delante en micro o avión. Esta casa, la nuestra, es sólo una más de las muchas en las que estuvimos estos meses. Muy linda, pero hay que irse. Hay que seguir viaje. Pienso que no quiero viajar más pero no se lo digo a nadie.

Me despierto. Oigo pájaros. En Europa no se oían pájaros porque era invierno. Sólamente me cubre una sábana. Abro los ojos: el techo azul de mi habitación, el perchero, la espalda pecosa de Jose. Es verano y estamos en casa. Volvimos.

sábado, 5 de diciembre de 2009

EL TERCER PASAJERO

Durante la mayoría de los días de este viaje, estuvimos unas cuantas horas en la calle. Por lo menos, cuatro, cinco horas. Como las temperaturas eran bajas, salíamos armados con mate, galletitas, frutas secas, sánguches, fruta, ensaladas, lo que tuviéramos a mano para ir bancando el paso del tiempo. Esas vituallas se sumaban al elenco estable que estaba en la mochila, como la cámara de fotos, un anotador, un mapa. Y a todo eso se sumaba el abrigo (gorros, guantes, bufanda), que iba entrando o saliendo, según el clima. Como verán, salíamos bastante cargaditos.

Ejemplo de un día largo: salir cerca del mediodía, hacer pic nic cerca de un museo (o algún lugar que quisiéramos visitar), entrar al lugar elegido, picar algo a la salida, caminar un rato por algún lugar lindo que hubiera cerca, tomar unos mates (si fuera por Perez, ella tomaría antes, pero a mi no me gusta tomar mate muy cerca del almuerzo).

Nada podríamos haber hecho en este viaje sin las mochilas que nos acompañaron durante estos casi dos meses. Ellas fueron el tercer pasajero. En casi todo momento estuvimos pendientes de ellas, porque no terminábamos de creer que no estuvieran en peligro de ser robadas. El armado de la mochila antes de salir ocupó un rato de cada uno de nuestros días. También su desarmado, un arte menospreciado pero igualmente importante, sobre todo para evitar el mundo caca (encontrarse algo que se pudrió dentro de la mochila puede ser muy deprimente).

Yo sigo pensando que mi mochila verde es más o menos nueva y debe tener casi quince años. No importa, se la re bancó una vez más. Y también debo hablar muy bien de la mochila roja de Perez, con un estuche para la notebook. Si puedo, en el free shop argentino me compro una como la suya porque estaban baratas cuando nos fuimos, pero volvemos tan temprano que seguro que no va a estar abierto.

SAN NICOLÁS

Cuando Saskia me dijo que nos quedáramos hasta el 5, que era la fiesta de San Nicolás, muy tradicional acá en Holanda, no me imaginaba esto. Creo que pensé en algo parecido al desfile de Reyes que vi una vez en Sevilla, con los susodichos en camiones abiertos arrojando golosinas a los chicos, pero en este caso a niños rubios. Y Máxima, me imaginé también a Máxima, no sé bien qué hacía, pero ahí estaba.

Después de una semana en Holanda, y habiendo visto lo que vi, creo que puedo intentar explicar este fenómeno.

San Nicolás es el Papá Noel local, o más bien su antecesor. Deja hoy sus regalos, aunque la entrada al pueblo la hizo a mediados de noviembre. Tiene un gorro de obispo y un ayudante, que es el Negro Pedro. Es decir, tiene un esclavo negro.


También pueden ser varios los negritos. Ojo, son blancos pintados de negro, no negros de verdad. Parece que alguna vez hubo polémica en la sociedad holandesa al respecto, pero la tradición fue más fuerte y el Negro Pedro sigue cargando la bolsa con regalos. Eso sí, si te portás mal, te pega con unas varillas que tiene en la mano y te mete en la bolsa. San Nicolás no se mancha las manos.

Saskia me explicó todo esto mientras decapitábamos un San Nicolás de chocolate con leche que nos había regalado Martha en Bruselas.

Para San Nicolás, las familias se hacen regalos, pero no a la marchanta. Acá está todo previsto. Se hace un sorteo tipo amigo invisible. Existe incluso un sitio web que asegura que no haya repeticiones. Porque cada uno recibe varios regalos de distintos "San Nicolás". Por lo que entendí, reciben uno grande, uno pequeño y una sorpresa. La sorpresa es alguna manualidad. Y además hay que escribir poemas, en los que se carga al destinatario con el que haya sido su tema más importante del año. Quién le regala a quién, es secreto. Durante muchos días supe a quién le regalaba Saskia y a quién le regalaba Roeland y estuve a punto de sucumbir y esparcir la información, pero Jose me contuvo al grito de "bocona".

La gente se pone muchísimo las pilas con las manualidades. Saskia, que además dibuja muy bien, hizo para su cuñada (ya se puede contar) un calendario de comidas para la semana, con sugerencias de recetas de acuerdo a las actividades de ella de cada día, y papel para que se anote lo que tiene que comprar. Roeland le hizo a su cuñado una especie de revista sobre motos, que parece que le gustan mucho, y muchos chistes en holandés que obviamente no entendimos.



No les habíamos confirmado a Saskia y a Roeland hasta cuándo nos quedábamos, así que no contaban con nosotros y comían con la familia de él. Mejor así, porque ellos hablan sólo holandés y nosotros no. Además, pensé yo, les descuajeringábamos el sorteo. Cuando volvimos de dar nuestra última vueltita por Utrecht, nuestra última vueltita del viaje, nos encontramos con un poema de Roeland y nuestras letras de chocolate, que son otra tradición. Bueno, en realidad eran dos letras S, ahora que lo pienso quizás eran sólo para Jose y representaban su apellido.

Nosotros acabamos de escribirles unas "Coplas Argentinas de San Nicolás", sumándole a la consigna vernácula un poco del humor más picante de nuestros pagos. Los regalos que traíamos para ellos (un comic para Saskia que es muy fanática, las medias del Trico para Roeland que es muy futbolín) se los dimos el primer día. Pero bueno, algún chocolate belga nos sacará de apuros.

¡Qué pena! Acabo de darme cuenta de que el poema de Roeland, en su graciosísimo español, ya está en la valija. Y como hoy hice la valija en apenas 50 minutos y sin ponerme a llorar ni pelearme en ningún momento, no quiero tocarla. Una vez más, las fotos se hacen desear.

viernes, 4 de diciembre de 2009

AMISTAD

Jose y Roeland miran el sorteo del Mundial.

Saskia prepara sus manualidades de San Nicolás.

Yo (¡sacrilegio!) investigo wordpress para hacer el blog del réseau, la red de mujeres del festival.

Esto es lo que quería al proponerle a Jose venir toda una semana a Utrecht, y no tres o cuatro días como hice otras veces: compartir la vida de todos los días de Saskia y Roeland, hacerme un rincón en su casa, estar cómodos también en silencio.

EL SUEÑO TERMINÓ

Luego de probar la bici por las calles holandesas, de pelear un poco el precio (pobre mi jermu, terminó traduciendo al francés una charla con el vendedor, porque él no hablaba inglés, cuando ella no quería participar) y de aprender cómo se doblaba, tuve que irme al mazo cuando vi la caja que tendría que llevar: era gigante, imposible de cargar. Ni hablar de cargarla junto a una valija, una mochila y otras boludeces. Ni hablar de llevar todo eso en el metro, como tendremos que hacer en Paris y en Madrid. Pensé que iba a transformarse en un bulto más chico cuando se doblara, pero la caja medía más de un metro y medio. El sueño terminó.

jueves, 3 de diciembre de 2009

OTRO INVENTO ARGENTINO

En estos casi dos meses de viaje no me crucé con ninguna revista, en ningún país, que tuviera algún culo en la tapa. La culomanía es otro invento argentino. Ni siquiera en Brasil se ven tantos culos en los kioscos. Me parece que la culomanía dice algo de los argentinos que no queremos ver o escuchar. No puedo precisar qué es, pero no debe ser algo del todo bueno.

VIDEOS

Acá pueden encontrar unos videos sobre nuestras actividades en el festival. En la sección Ateliers, está el de tamburino que tomó Jose, aunque en las imágenes sólo aparece tomándose un vinito. En Réseau et Resistence, apreciarán a Perez en modo entrevista, cebando mate muy folclóricamente y también gesticulando aburrida y malhumorada la vez que al final je me suis cassée (me las tomé) de una actividad.

Estos videos fueron realizados por el taller de medios de una de las asociaciones que organizan el festival y en este momento, parece, están pasándolos en la tele de Liège. ¡Menos mal que me maquillé!

Ah, el de la foto que flamea bajo un pin con la bandera de Palestina, ese buen mozo, es mi papá.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

ÍDOLO PUEBLERINO

La celebritie de Utrecht es el dibujante Dick Bruna. Miren qué cara simpática que tiene:



Este bigotón es el responsable de esta conejita, que en holandés se llama Nijntje (nunca terminé de entender cómo se pronuncia) y en inglés se llama Miffy. Miren qué tierna que es:



Ahora que ya conocen a los dos, les cuento que Nijntje es la protagonista de cientos de libros que mantienen un formato riguroso: tienen 16 páginas, en las páginas pares van los poemas de cuatro versos, en las páginas impares aparecen los dibujos, que sólo deben tener los colores azul, rojo, amarillo y verde. Bruna no acepta variaciones de esos colores y usa siempre los mismos (y también el blanco y el negro). La idea es que todos los dibujos sean lo más simples posible y que los personajes aparezcan siempre más o menos con la misma cara. Esta es la tapa del primer libro:



Cerca de casa, hay una placita que tiene este monumento en honor a Nijntje:



Como no podía ser de otra manera, Bruna y Nijntje tienen su museo en Utrecht y lo visitamos ayer. Vimos un documental en el que él decía "todos los días a las 8.15 llego a mi estudio. Antes, salgo de mi casa con la bici, paso por el mismo bar y tomo el mismo desayuno". Riguroso el tipo. En Holanda hay infinitos productos de Nijntje y sus amigos, que también tuvieron su versión en dibujitos animados y en otro tipo de animaciones. Luego de más de media hora de profundo research en el gift shop, logramos comprar algunos regalitos, que serán prudentemente entregados en mano a algunas hijas de distintos amigos.

También quiero decir que el mundo que inventó Bruna es tiernísimo, pero luego de un rato en su museo me empezó a hinchar un poquito los huevos.

UNA ANÉCDOTA DE PARÍS QUE NUNCA ESCRIBÍ

Una tarde, que ya parece de la prehistoria, fui a visitar a Jeanne Dupouy, una señora muy viejita que desde la época de la dictadura apoyó mucho a la noble institución de derechos humanos que me vio crecer. Fui muy contenta de poder charlar con ella en francés (aunque ahí estaba María Cecilia para traducir) y de entretenerla un ratito, porque está pasando momentos complicados. La asociación de derechos humanos en la que ella militó toda la vida editó en Francia un libro con textos míos de cuando era chica y aunque pasaron casi veinte años de eso, yo no me olvido. Es una institución que se llama A.C.A.T., Acción de Cristianos por la Abolición de la Tortura, y que tiene la particularidad de que moviliza a muchos voluntarios católicos en todo el país. Grupos locales de A.C.A.T. apadrinaron cada caso de niños desaparecidos en la Argentina. Pues bien, Jeanne me contó que en el pueblito en el que apadrinaron a la hermana de mi amiga Juliana, cuando se enteraron en febrero de que había aparecido, las viejitas católicas se pusieron a llorar de emoción, todas juntas, en la parroquia en la que estaban reunidas.

Yo venía de ver otro grupo de viejitas en la sede de A.C.A.T. haciendo el trabajo más embolante de una oficina: ensobrar. Seguramente cartas, cartas a los gobiernos malos del mundo exigiéndoles que dejen de hacer sus fechorías y cartas de apoyo a "los resistentes", como se les dice en francés a los que toman parte en movimientos de resistencia. Las cartas a los gobiernos malos del mundo no sé si sirven, pero las segundas creo que sí. Se me ocurre que te hacen sentir que no estás tan solo, que a alguien lejano, por alguna razón incomprensible, le importa lo que te pasa y lo que estás haciendo. Esto es lo que me hicieron y me hacen sentir Jeanne, María Cecilia y el A.C.A.T., por más que el olor a incienso me dé un poco de alergia.

¡Ay!, me acabo de dar cuenta de que me olvidé de mandarle mi cartita a la resistente birmana a la que le dedicaron este festival Voix de Femmes. No puedo estar en todos los frentes de batalla de la militancia, chicos, no puedo.

Llamada a pie de página para la resistente Juliana: si con este post no te hago comentar, me rindo.

BUH, AMSTERDAM!

¿Cómo hacen los holandeses para seguir charlando y riéndose por la calle con un frío como el de hoy, bajo la lluvia, sin paraguas y en saquito?

Estamos parando en Utrecht, en la casa de nuestros amigos Saskia y Roeland. Después de dos días de pasear por esta ciudad y trabajar un poco indoors, hoy decidimos tomarnos el tren e ir de nuevo de excursión a Amsterdam, que es muy cerca, para pasear, hacer algunas compras, visitar la feria de pulgas de Waterlooplein que siempre me ha sido esquiva y, claro, buscar la bici de Jose.

En el viaje en tren (Jose, Roeland no es el único que señala el estadio del Ajax cuando pasa por ahí, vos hacés lo mismo, enterate) empezó a llover. La lluvia aflojó recién al final de la tarde. Intentamos jugar a ser holandeses y que no nos importara, pero no funcionó. A Waterlooplein no llegamos. Entramos a varios negocios de muy distintos rubros nada más que para protegernos de las inclemencias del clima (las inclemencias siempre son del clima). El Barrio Rojo me pareció mala onda. Todo Amsterdam me resultó demasiado turístico. Aguante Utrecht y aguante especialmente la casa de Saskia y Roeland, con calefacción, wifi, té Pickwick Turkish Apple y las historietas y películas que pienso atacar mañana, porque de nuevo está anunciado agua, como diría mi abuela.

Hubo un sólo día en el que nos dejamos amedrentrar por la lluvia y no asomamos la nariz: un domingo en casa de Pépé. Algunos días en Berlín, la primera semana, hizo realmente mucho frío. Hoy no tendríamos que haber salido. En casi dos meses de viaje, sólo en estas ocasiones el tiempo nos jugó una mala pasada (ahora no sólo frañoleo, sino que también hablo en neutro). No nos podemos quejar. Pero yo me quejo igual. No por nada "je me plains" ("me quejo") fue una de las primeras cosas que le pedí a mi amiga Male que me enseñe a decir.

Autoflagelamiento: Esto me pasa por no mirar la página del Weather Channel.

martes, 1 de diciembre de 2009

EL SUEÑO ESTÁ EN MARCHA

Ya les conté hace unos días que tengo el sueño de volverme de Europa con una bici plegable bajo el brazo. La ilusión sigue creciendo. Hoy encontré una usada a 80 euros. La tienen que terminar de arreglar y va a estar lista para el viernes. Si mañana no encuentro algo mejor en otra bicicletería que está por el barrio o en Amsterdam, me la compro. No la quise ver demasiado para no cebarme tanto, pero es tan linda y canchera que todavía no la puedo describir.

Actualización: Hoy encontré una un poco más linda, negra, nueva, a 140 euros. Ahora la duda existencial pasó a ser ¿nueva o usada? Pueden dejar sus comentarios, queridos lectores.

ADIÓS A JOHNNY HALLYDAY


Encontrado un dia ya lejano en el Pont au Change, en París. Adiós, Johnny, gracias por todo.

RULETA RUSA

Éstos son los "jetons" que nos daban para canjear por bebidas en el festival:

Con estas fichas, más de uno agarró un pleno.

JUNIO, UN MES CARGADO DE ILUSIONES

Es cierto que una primera mirada al calendario de los bomberos de Liège podría llevarnos a pensar que es un producto apto para el consumo femenino, y hasta apetitoso quizás:

Hasta que llegamos al mes de junio y se nos aclara todo:

Lo siento, chicas, otra vez será.

FELIZ DOMINGO

El domingo pasado, pese al frío y la lluvia, fue un gran día. Primero, nos encontramos en Amsterdam con Nati, amiga de toda la vida y fiel lectora, que vive en Holanda porque está laburando en La Haya. Paseamos, nos pusimos al día con nuestras cositas, miramos muchas vidrieras y nos juramos comprarnos todo en cuanto aparezcan las rebajas (por cierto, ayer empecé con ese plan). También aprovechamos las ventajas de hablar entre argentinos, que no es lo mismo que hablar en español con latinos o europeos. Como verán, los tres compartimos el look de la campera inflada.



Más tarde, entrevisté a Staff Benda Bilili, una banda congolesa que está integrada, mayoritariamente, por hemipléjicos. Su primer disco encabeza mi ránking anual y fue un sueño cumplido charlar con ellos y ver su show. La entrevista la compartí con un holandés que se empecinó en hacerse el polémico. Les preguntaba si tendrían el mismo éxito si no fueran discapacitados, si era cierto que habían grabado su disco sólo con una mac y si la ONU no les pagó por usar una canción de ellos. Todas boludeces, en definitiva, que ellos sortearon con el swing que tienen los discapacitados para hacerse los que no entienden cuando, en realidad, no quieren decirte "flaco, no seas tan nabo". Yo me presenté como el fan número 1 del grupo en la Argentina y con mi jermu aprovechamos para sacarnos una foto con nuestros ídolos.



Incógnita: Las malas lenguas dicen que el brazo derecho de Perez en la primera foto es un homenaje a los negritos de la segunda imagen. ¿Será verdad?

SUICIDIO



Los osos de peluche holandeses también pueden ahorcarse, no es fácil su vida.

lunes, 30 de noviembre de 2009

MI REGRESO AL VERDE CESPED

Roeland, el dueño de la casa en la que estamos parando y de quien seguramente voy a escribir más adelante, me invitó a jugar al fútbol con sus amigos. Habitualmente, él los lunes va hasta el pueblo en el que viven sus viejos, juega a la pelota y luego se queda a dormir en su casa de la infancia. Acepté, feliz, la invitación y viajamos 40 minutos para jugar un rato. Durante el viaje de ida nos la pasamos hablando de fútbol, de cómo son los partidos en los que jugamos con nuestros amigos y de los argentinos que pasaron por el Ajax, que es su club.

Cuando llegamos me presentó a todos los players y algunos me preguntaron si jugaba como Maradona. Ya lo dije, siempre me pone contento que mencionen al Diego y no a Messi. La canchita tenía un tablero en el que se podía ir viendo el tiempo de juego y el marcador y los equipos tenían camisetas propias. Nosotros éramos de los rojos.

La cancha me quedó un poco grande y debo confesar que no terminé de entender a qué jugaban los holandeses. No entendí por qué tocaban tanto, por qué no le pegaban al arco ni cuándo darles la pelota. "Al pie", me indicó Roeland, a la mitad del partido, en su español tan gracioso. Intenté hacerle caso, pero para esa altura ya estábamos tres goles abajo y yo ya estaba un poco cansado. Por suerte, éramos siete jugadores en mi equipo, así que íbamos rotando y podía descansar durante cierta cantidad de tiempo. Cerca del final, descontamos y perdimos por uno, pero me fui un poco decepcionado con mi actuación. Podría echarle la culpa a los casi tres meses de inactividad y a las ampollas que me sacaron los botines que me prestaron, que me iban grandes, pero la verdad es que no terminé de pescarles la onda. Eso sí, me dio mucha risa que todos me dijeran "Josei", como el tío de Tato Bores.

LOURDES


La señora que está al lado de Perez se llama Lourdes, es mexicana, cumple 70 años dentro de dos meses y la primera noche, cuando se presentó, me dijo "los vicios, conmigo". Se la podía ver con un vaso en la mano, siempre lleno, desde que atardecía (recordemos que acá es invierno y no hay muchos ratos de sol) hasta que la despedíamos, a medianoche. En el comedor del festival casi todas las noches las mujeres se ponían a cantar canciones típicas de sus países y en esas veladas ella siempre terminaba en el centro de la ronda. Lourdes maneja un repertorio interminable de canciones que hablan del comunismo, de los yanquis y de la revolución. Aprovecha toda ocasión que tiene (y si no la tiene, la inventa) para subirse a la mesa y zapatear mientras canta. Su hit es "Ay, Carmela", que se convirtió en el himno del grupo. Una española le contó a Perez que la letra que canta Lourdes no es la verdadera y que jamás la había escuchado antes. Eso a nadie le importó, todas siguen la letra que canta Lourdes.

En la mesa de la primera cena quedé al lado suyo y me contó que ya se había hecho un rato para comprarse cuatro (¡cuatro!) calendarios con fotos de los bomberos de la ciudad, que tenían su cuartel enfrente del festival. Cuatro años antes había comprado uno en el que los bomberos posaban con la manguera, casi desnudos, con el casco puesto. Cuando volvió al cuartel de bomberos le preguntó al que la atendió si él posaba en el nuevo calendario. "No, posan los más jóvenes", le respondió el uniformado. "Ah, pero si usted podría posar perfectamente, ¿cuántos años tiene?", lo apuró ella, en francés. Lourdes todavía quiere guerra y no lo oculta.

Con Perez compramos un calendario de los bomberos y tenemos pensado sortearlo entre nuestros amigos gays, por no decir balas, que está muy mal visto. Así que, queridos amigos, vayan sacando número que se viene el sorteo.

¿PRIMER PASO HACIA LA MAC?

Después de una semana tan agotadora emocionalmente, luego de escuchar mil y una historias sobre mujeres oprimidas, violaciones masivas, asesinatos, desapariciones, etcétera, abrí el sobre del perdiem del festival, fui a un shopping y me premié con un iPod así de lindo:

Ruego a los lectores de este blog evitar cualquier comentario sobre mi consistencia ideológica.

SILVIA Y SERGIO

En Liége paramos en la casa de Silvia y Sergio. Él es el hermano de mi tía Susi, que está casada con mi tío Mario, el hermano de mi mamá. No es mi tío directamente, pero pasó a serlo durante la segunda vez que intenté explicar que nuestro lazo no era sanguíneo. Era una explicación demasiado larga para un detalle menor y que a nadie le interesaba. A ellos les sucedió lo mismo y fueron por más: no sólo decían que yo era su sobrino, sino que también adoptaron a Perez.

Silvia y Sergio forman una pareja, como tantas otras, despareja. Ella es hiperactiva y habla todo lo que puede. Él transmite una tranquilidad campesina y elige las ocasiones en las que mecha un comentario. Ambos siempre estuvieron dispuestos a consentirnos en cualquier pedido ridículo (quisimos comprar un tubo para que no se doblaran los posters que nos llevamos del festival) y el primer día nos compraron una tarjeta para el transporte y otra para llamar a la Argentina. "Coman, coman", nos aconsejaba Silvia, que también nos dejaba una notita todos los días en la mesa del comedor con algún consejo o simplemente escribía "buen día y besos".

Nos contaron que están cerca de la edad de jubilarse y que la idea no les gusta para nada. "Ponemos mucha líbido en el laburo", nos dijo Silvia, en nuestro único paseo por la ciudad, el día que nos teníamos que ir. Durante la semana tuvimos los horarios invertidos con ellos pero se acercaron dos noches al festival para ver algunos shows. Allí se encontraron con muchos amigos, compañeros de Tai Chi de Silvia, viejos colegas de Sergio y hasta a su dentista. Silvia y Sergio tienen a sus tres hijos viviendo en distintos países y nosotros nos beneficiamos de ese déficit de afecto y consentimiento.

El sábado nos llevaron a comer el plato típico de la ciudad (unas albóndigas riquísimas que se acompañan con un puré de manzana y papas fritas) y después paseamos por Masstricht, una ciudad holandesa que queda cerca de Liége y desde donde nos tomamos el tren hacia Utrecht. Durante el almuerzo nos pusimos al día con lo que había pasado durante la semana, Perez les explicó qué trabajo había hecho en el festival y ellos nos contaron sobre su militancia en los setenta y su exilio. A la mañana Sergio me había mostrado una foto en la que estoy junto a sus hijos actuando una obrita de teatro en la casa mis primos. Me acuerdo bastante de ese día y creo que la obra terminaba cuando yo le hacía upa a su hija menor. Ésa era la única anécdota que teníamos en común. Por suerte, ahora tenemos nuevas boludeces para recordar y los vamos a ver en diciembre en Buenos Aires.

domingo, 29 de noviembre de 2009

UN LUGAR LLAMADO BOITSFORT

En Bruselas paramos en la casa de Ani y Martha, que me reciben cada vez que voy al festival. Ellas son dos exiliadas, argentina una, uruguaya la otra. A Ani le interesan mucho el cine y la música y es tan crítica que le trajimos con miedo el cd de Soledad Villamil, porque para ella no hay como María Bethania y Mercedes Sosa. Pero hay alguien que la puede y ese alguien es Julia Roberts. Tiene todas sus películas en dvd. Otras veces que vine al festival, después de una jornada de testimonio extenuante, volvía a su casa en el barrio de Boitsfort, que es en medio del bosque, y me encerraba (porque siempre llueve y hay viento y hace frío) a ver Erin Brocovich, Mujer bonita o la que fuera su última peli, incluidos bodrios como La sonrisa de Mona Lisa. Esta vez tuve en la buhardilla el dvd de Duplicity* pero no se dio, porque estuvimos muy poco tiempo, porque había que verla en inglés con subtítulos en francés que mi dorima no entiende y porque además a él Julia Roberts le importa un pito. Pero por lo menos me enteré de todos los pormenores de su familia, de que conoció a su marido en una peli donde él era camarógrafo, que ahora filma con los mejores directores, que tienen tres hijos y que los últimos filmes a Ani mucho no le gustan, pero que ella le parece siempre encantadora.

Me encanta sacarle a Ani la charla sobre "la Julia", como dice ella (pronuncia "Shulia", claro). Le brillan los ojos como cuando habla de Mercedes Sosa o de María Bethania.

Cabe aclarar que Ani no se exilió por nada. No entro en detalles porque no hace falta. Pero para ejemplificar sobre su posición ideológica, les cuento que cuando le dije que a nosotros la muerte de "la Mercedes" no nos representó gran cosa, me tiró: "porque ustedes son pequeñoburgueses".

* Aprovecho para decirte, Clive Owen, por si leés este blog, que soy tuya. Perdoname, Jose, perdoname.

sábado, 28 de noviembre de 2009

CLAVIER

Estqs son lqs cosqs aue pqsqn con un teclqdo en frqncês; aue tiene qlgunqs letrqs en lugqrse diferentes:

?i no,bre es especiql,ente co,plicqdo/ ?qriqnq Evq Perew:

viernes, 27 de noviembre de 2009

UN HOMBRE Y SU SUEÑO

Mañana se pone en marcha un sueño. Mañana vamos para Holanda y allí me quiero comprar una bicicleta. La idea la tuve en Francia cuando vi que algunas salían menos de 200 euros. Antes de subirme al avión mi vieja me regaló 300 dólar. Lo primero que se me ocurrió cuando me los dio fue comprarme una bici. No pensé en comprármela en Europa, pero acá me di cuenta de que están más baratas que en Argentina. Cuando me imaginé llegando a Ezeiza con una bici, me dio tanta risa que no pude más que poner en marcha esta ilusión.

Hay unas bicis chiquitas, que se doblan al medio, tienen el asiento alto y un manubrio chiquito. Salen menos de 200 euros. Creo que está en precio y son muy lindas. Al menos, eso salían en Berlín. Las vi a menos de 5 cuadras de la terminal de micros y estábamos a media hora de irnos. Era poco tiempo y no quería comprarla a las apuradas. Aparte, en Holanda seguro que voy a encontrar algo porque hay muchas bicis. Ya le adelanté algo a la amiga de Perez que nos va a albergar en Utrecht y ella se comprometió a ayudarme. Si llego a comprarme la bici, creo que también me voy a comprar un candado acorde, aunque pese mucho.

EL BAÑO HABLA

Cuando reconocés los grafittis de los baños públicos del teatro, cuando ya hacés lo segundo en esos baños, quizás estás pasando demasiado tiempo en ese festival artístico engagé.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

LOST IN TRANSLATION

En Alemania hubo que recurrir al traductor de Google para tener aunque más no fuera alguna idea de qué decían ciertos sitios. ¿Alguna vez lo probaron? En algunos momentos, la traducción fluye; de pronto, aparecen palabras fuera de lugar.

Por ejemplo:

"Desde 1989, la actual fiebre del proyecto de oro artista diseñado para atraer a destacados artistas jóvenes de menos de la formación artística de la práctica profesional los conocimientos adquiridos".

Se entiende en general de qué habla el texto, pero leer un texto en castellano de estas características deja, en mi opinión, la misma sensación que cuando leés en un idioma que manejás pero no a la perfección. Una sensación muy rara, pero al mismo tiempo ya conocida.

(En este último párrafo, que acabo de añadir ahora, después de seis horas de trabajo en francés, sigo frañoleando a lo loco. "En mi opinión" es "à mon avis", "no a la perfección" es "pas parfait", "al mismo tiempo" se me está haciendo muletilla y "ya conocida" es "déjà connue". Estoy pensando en francés, me parece que mi cerebro va a entrar en cortocircuito en cualquier momento).

MA TÊTE EST UN BORDEL

"Pienso que..."

"Al mismo tiempo..."

"No es corriente" (por normal).

Estoy frañoleando más que nunca. Escucho una charla en castellano y en vez de comentar "ajá", se me escapan el "oue".

Me encanta mi francés no muy formal. Me encanta decir "prof" (profe), "manif" (manera abreviada de decir manifestación), "dodó" (por siesta, es una palabra de niños), "oue" en lugar de "oui", "quoi" al final de una frase, que no quiere decir nada. Me hace acordar a las personas con las que aprendí a hablarlo (mi amiga Male, Pépé, sus amigos). Me llena de orgullo que me pregunten dónde aprendí a hablar francés tan bien y responder "avec une amie qui est prof".

Al mismo tiempo (ja), mi vocabulario incluye toda la termilogía derechohumanística. Oue, les disparus et tout ça.

También me sé muchas malas palabras, pero ésas no las puedo usar.

RECREO

Mi jermu está laburando mucho durante estos días y, horror, con horario casi fijo. Entra al festival a eso de las 10 de la mañana y se va doce horas después. En el medio, tiene algunos recreítos. Yo estoy escribiendo una nota sobre el festival, así que también paso algunas horas acá, no tantas como ella, y siempre intento estar para las comidas porque el catering es de primera.

Cuando Perez no tiene demasiadas actividades, salimos a caminar por el barrio, que está bastante cerca del centro de Lieja. Hoy nos metimos en Le Carotte, una librería que especializada en diseño, justo cuando estaba tocando Samir Barris, un flaco que tocaba la guitarra y cantaba bastante lindo. De golpe y sin esfuerzo, habíamos dejado atrás las historias de la palestina que hizo huelga de hambre para que la familia le permitiera ir al colegio secundario, a la mexicana que tiene desaparecido a no sé quién y a la árabe que busca al marido. Estábamos rodeados de libros, muñequitos y música en vivo. No les digo que fue una velada mágica, pero al menos fue un ratito de descanso entre tanto festival.

martes, 24 de noviembre de 2009

IL BAMBINO DI ORO DIL TAMBOURIN

Durante los últimos dos días tomé uno de los ateliers que brindan algunos de los artistas del festival. Elegí el de Técnica de tambourin, un instrumento muy similar al pandeiro, pero dos talles más grandes y proveniente de Italia. El taller estuvo a cargo de Lamberto Probo, uno de los músicos de Officina Zoe, que se presenta mañana acá. No quiero sostener un misterio innecesario sobre mi performance en el atelier, así que les voy adelantando que fui, claramente, el mejor alumno. Cuando terminó la primera clase, varios compañeros, y también una cantante del grupo, me preguntaron si ya venía tocando este instrumento. "Nada que ver, chicos, lo agarré por primera vez hace dos horas e hice lo mejor que pude", les respondí (no, mentira, no les dije así, pero sí les aclaré que nunca lo había tocado).



Éramos seis personas en el grupo. Un papá alto, flaco, rubio, con el pantalón por sobre la línea del ombligo, junto a su hijo, muy parecido a él (pero más lindo) y de siete años. El nene me dio tanta ternura que me paré al lado suyo en la ronda para ver cómo tocaba il tambourin con esa mano tan chiquita. Había dos chicas rubias, cachetonas, con mejillas coloradas, supongo que tenían poco más de 20 y un flaco de unos treinta que era el típico nerd que hace, con mucho énfasis e introducciones largas, las preguntas que a nadie le interesan. En la primera clase, por ejemplo, indagó sobre el origen de otro tambor italiano, consultó sobre la subdivisión del ritmo y aplaudió cada vez que el tano hizo alguna demostración para ejemplificar cómo se tocaba. A la tercera vez que lo aplaudió, el tano le pidió que no lo hiciera más, le dijo que viene tocando ese ritmo desde que era así de chiquito y bajó su mano hasta la altura de sus rodillas. El flaco había llevado un grabador digital para tomar registro de la clase y dijo que tocaba el pandeiro. No necesité mucho más para declararlo mi enemigo de la jornada y me propuse tocar mejor que él. No iba a soportar si él terminaba siendo un dotado dil tamburin. Pero no fue así, como ya les anticipé. La técnica no era muy difícil pero sí incómoda: había que pegarle al parche con el pulgar, luego girar sobre el eje de la mano y pegar con el índice y el tercer golpe se daba con con los dedos mayor, anular y meñique, bajando la mano. Lamberto nos explicaba que la "pízzica pízzica" es la base de todos los ritmos italianos y cada vez que lo mencionaba yo me tentaba un poco.

Cuando empezó la segunda clase, nos repartieron los tambourinos y nos pidieron que tocáramos lo que habíamos visto el día anterior. El profe se puso al lado mío mientras tocaba y me pedía que acelerara el ritmo. Cuando ya no pude más y paré, se dio vuelta y le dijo a su compañero "é bueno". Más tarde una cantante le comentaba a otra sobre mi, mientras me señalaba, "é bravo". Me sentía en el cielo de los percusionistas italianos.

Más tarde nos juntamos con el taller de danza y tocamos junto a la banda, mientras el resto bailaba. Ahí pude comprobar que se trata de un ritmo que se utiliza en rituales y que puede meterte en un trance. Obviamente, no me teletransporté, pero la pasé muy bien tocando (lo que podía, porque era demasiado rápido). Me amigué con mi enemigo, que resultó ser batero y percusionista y me explicó en francés un proyecto musical que no entendí pero igual lo felicité.

Durante un descanso, el padre flaco y alto se acercó al tano y le preguntó cuánto tiempo tardaba, más o menos, en entrar en trance cuando toca. Lamberto me miró cómplice y le respondió que entra en trance apenas toca. Más tarde se le acercó el nene y le pidió que le firmara el tambourin. "Para Cirillo, con tutto il cuore, Lamberto", le escribió con marcador. Pregunté los precios de los tambores y me dijeron que salen 35 y 45 euros. No creo que me compré uno, pero me tenté mucho con seguir dándole a estos ritmos "obsesivos", como los describió el gran Lamberto.

lunes, 23 de noviembre de 2009

JORNADA CERVEZAL

Nuestro paso por Bruselas terminó siendo un tanto fugaz. Estuvimos sólo tres días y llegamos muy cansados de Berlín. Perez debió ponerse a trabajar bastante rápidamente en el festival, así que no hubo demasiado tiempo para pasear. Sin embargo, la ciudad se acomodó a nuestras necesidades y nos regaló una jornada imprevista e inolvidable.

Mientras estábamos yendo en tranvía a ver una muestra de comics eróticos de los 60, empezaron a subir grupos de estudiantes, lookeados para la ocasión: delantales manchados y escritos, gorras con pins. Al principio, estaban bastante calladitos. Nos intrigaba saber qué pasaba, así que Perez, curiosa, preguntó y le contaron que era el día del estudiante. En la mitad del viaje subieron cuatro que ya se cortaban solos la naranja y resultaron ser los más agitadores. Especialmente un rubio, que tenía un anillo de casado, y decía que estaba de fiesta hacía 18 horas. El chofer, por un micrófono, le pidió que tirara la cerveza y se portara mejor. Al flaco no le importaba nada e incitaba a todos a cantar. Aunque no le entendía todo lo que decía, me resultaba muy gracioso y carismático. El flaco y sus amigos (uno era igual a uno de los enanos del Milagro de P. Tinto) lograron que el chofer se enojara y se negara a seguir manejando. Media hora después nos tuvimos que tomar otro tranvía. Sólo una señora, latina, se quejó un poco. El resto, como si nada.

La parada en la que teníamos que bajar resultó ser el punto de encuentro de todos los estudiantes, que se reunieron desde el mediodía hasta la nochecita. O sea, nos encontramos con la fiesta apenas bajamos del tranvía. Había camiones con choperas y espacios para bailar. El centro de la ciudad se llenó de mamados inofensivos, que bailaban cuando les ponían música y charlaban cuando se apagaba. Nosotros, fieles a nuestro espíritu, no desaprovechamos la ocasión de brindar con ellos antes de seguir con nuestro paseo.







¡DOS ÚNICAS FUNCIONES!

En Berlín volvimos a ver a Martin, el amigo y compañero de andanzas de mi prima Laura. Lo habíamos cruzado fugazmente en Zürich, cuando él llegó para participar de Numbers, Names & Love. Laura me había contado que Martin iba a ser el chico del ascensor, que le iba a preguntar a la gente a que iba a hacer trámites en el Registro Civil a qué piso quería ir. Confieso que hasta no ver la foto no había terminado de entender de qué me hablaba.

En Berlín nos perdimos la inauguración de su casa (fue una de las dos fiestas del primer sábado, que caímos rendidos); llegamos tarde, cuando ya había terminado, a un concierto en su nuevo loft; y por fin nos encontramos en la milonga, de la cual todavía tengo que hablar. No dejó de invitarnos a todo durante la semana que coincidimos. Lo vimos una vez más, la última noche, y lo despedimos sabiendo que nos volvíamos a ver en Buenos Aires.

¿Por qué?

Porque Martin y mi prima Laura presentan en el Centro Cultural de la Cooperación su espectáculo Título, que viene de ganar (frañol) el premio ZKB de patronaje artístico en el marco de la edición del Theaterspektakle Festival 2009 de Zurich.

Ya lo saben:

Título, de Laura Kalauz y Martin Schick.
Miércoles 25 de noviembre 22.30 hs.
Jueves 26 de noviembre 21 hs.
Centro Cultural de la Cooperación - Av. Corrientes 1543



Título plantea el malentendido como forma de comunicación en sí misma. Nos preguntamos cómo puede la malinterpretación ser la fuente de creatividad que expande las posibilidades de lo algo pueda significar. O por lo menos, acordemos sobre el hecho de que no nos entendemos!
Buscamos crear modelos irracionales de comunicación. Por eso, observamos el puro acto de crear significado. La creación de sentido sin razón, sin propósito y de la nada. Para desorganizar así nuestra mente y abrir un nuevo espacio para pensamientos aun inconcebibles, desconectamos el significado de los objetos, de su función y de la experiencia que tenemos con ellos. Qué existe más allá de nuestro punto de vista?
“Título” es el resultado de esta investigación y de las consecuencias que estas ideas tienen en la expresión de nuestra mente y cuerpo.


Me da cierta urticaria linkear a un prensero, pero bueno, más información acá. También pueden leer una nota en Crítica, otra en Clarín y otra en La Nación.

Mencionando este blog, un besito de los artistas a la salida.

ZOO DE BERLÍN

Una de las premisas previas a subir al avión era ir a todos los zoológicos que pudiéramos. Hasta ahora, sólo visitamos el de Berlín, que estaba ubicado en el centro de la ciudad. Por lo tanto, los animales no tenían demasiado lugar para explayarse y los edificios empañaban el paisaje. El paseo se nos hizo más corto de lo que esperábamos porque daba pena verlos tan amontonados. Igual, acá va una selección de imágenes.

El elefantito se puso en el medio de los dos elefantes, que lo tocaban con las trompas y lo encimaban un poco. "Le dan amor", resumió Perez, en una de sus explicaciones en tiempo real.



La foca parecía experta en posar para las fotos y se vino bien cerca a peinarse.



El espacio que tenía el tigre para moverse era demasiado chico. No me imagino qué hará con toda la potencia que tiene y que no debe tener dónde descargar.

REBELDE WAY

Acabo de salir de una actividad del festival porque me hinché los coquitos de escuchar a una antropóloga decir en difícil lo que acabamos de decir de corazón las integrantes del Réseau (la Red) de solidaridad de familiares de desaparecidos.

El tema era el silencio: lo que callamos. Cada una algo distinto. Por primera vez les escuché decir a las compañeras del Réseau cosas diferentes a las de siempre. Yo tuve una laguna y todo. Un logro. El logro de sacarme el cassette y de pronto no saber qué decir. Y ahora, en lugar de que eso sirva de disparador para seguir hablando, tengo que escuchar una ponencia. No, no y no. Ya soy una mina grande.

Puse caras, me revolví en mi silla como si estuviera sentada sobre un hormiguero, la critiqué con los que tenía al lado, hasta hice varias veces el soplidito francés que expresa fastidio. Ahora agarré mi compu y me fui.

DIA DEL LECTOR ANONIMO


Sabemos que estan ahí, leyendo en silencio. Algunos piensan comentarios que nunca escriben, otros siempre están a punto de comentar por primera vez pero, por alguna razón, terminan borrando lo que escribieron.

Para todos los que leen y nunca comentan, acá van nuestros saludos y, si quieren, es una buena oportunidad para romper el silencio.

viernes, 20 de noviembre de 2009

HALLAZGO QUE BIEN VALE EL VALIJAZO

No compramos el catálogo de la genial exposición Berlin 89/09, a la que fuimos dos veces, porque nos pareció caro, aunque resultó ser más barato que una multa en el U-Bahn, ejejem... Pero hoy sí compramos Xoxo, un libro de postales de nuestro nuevo amigo James Jean, en la librería Brüsel.


Esta librería especializada en BD (bande desinée, o sea, historieta) es uno de mis lugares preferidos del mundo. Me alegra mucho que al Jose le haya gustado también, que le haya gustado todo Bruselas, que es una ciudad que yo quiero tanto.

(Sepan disculpar el tono sensiblero del final. Soy una artisssta festivalera y tengo la sensibilidad a flor de pielll).

jueves, 19 de noviembre de 2009

EL GUSTO DE LO INESPERADO

Van dos días en Bruselas y dos también fueron los lugares hermosos que encontramos absolutamente de pedo. Primero fue un bosque, a pocas cuadras de casa, por el que paseamos apenas llegamos a la ciudad, todavía con bus-lag, luego de un viaje horrible en micro. El bosquecito no era muy grande pero nos permitió tener un rato de bucolismo, que siempre es bienvenido.







Y hoy nos topamos con una muestra de WU Zuoren, un artista chino que se formó en Bruselas y sobre el que no puedo decir mucho más porque entramos a la muestra cuando faltaba media hora para que la cerraran, así que preferí mirar los cuadros antes que leer la información.





DE PICNIC POR EL MUNDO

Picnics bien

Locación: a la orilla del Sena.
Condiciones meteorológicas: sol por la tarde.
Menú: la típica baguette, ensalada taboule, ensalada de repollo y zanahoria.

Locación: playa del lago de la Forêt d'Orient, cerca de Troyes.
Condiciones meteorológicas: nublado pero agradable.
Menú: Pan, patés, quesos, nueces, cerveza.

Locación: a orillas del Landwehrkanal, en Berlín, en el mercado turco.
Condiciones meteorológicas: frío.
Menú: pan bio con zanahoria, pan bio con avellanas, pastitas varias a base de queso, muy condimentadas, guiso con arroz y porotos de Ghana.

Picnics deformes

Menú: comida vietnamita en caja, con palitos, que "lo que es yo" no los sé usar.
Locación: cementerio en Prenzlauer Berg, Berlín.
Condiciones meteorológicas: lluvia.

Menú: Pan, palta, tomate.
Locación: hall del Freizeit Forum de Marzahn, Berlín Oriental. Ah, no, cierto que cayó el muro, Berlín a secas.
Condiciones meteorológicas: frío, pero da igual, fue picnic indoors.

Menú: un falafel y una porción de papas fritas. Para los dos.
Locación: banco de la Place Flagey, a metros del festival, donde hay buffet, pero me dio vergüenza caer para la hora del morfi por segundo día consecutivo.
Condiciones meteorológicas: fuertes vientos por la noche.

Avanza el otoño, disminuye la caja, estén atentos que se vienen picnics más y más deformes.

MANNEKEN PIS

Perez me lo había adelantado y yo no lo quería creer: Bruselas es cualquiera. Al menos, desde algunos aspectos. Por ejemplo, un paseo típico por la ciudad, como el que tuve hoy a la tarde, incluye una manoseada al monumento de Charles Everad, porque trae suerte, y también una visita al manneken pis, el símbolo de Bruselas. Se trata de la figura de un chico que está meando, muy cómodamente, con la mano derecha en jarra, la izquierda en su pito y la cintura levemente hacia adelante.

En un gesto que me pareció de avanzada, al manneken pis le cambian la ropa todos los días. Hoy, por ejemplo, estaba de torero y mañana lo iban a vestir los estudiantes de una escuela. Lo vimos en un mazo de cartas caracterizado de distintas profesiones. La leyenda cuenta que este niño salvó a la ciudad de un incendio gracias a una meadita a tiempo y se transformó en el ícono bruselense. También se vende su figura en diseños más modernos, pero a mi el que más me gustó fue el manneken pis tradicional. Me rendí a su historia, a que la figura de la ciudad sea un nene meando (realmente, ¿no es cualquiera?) e insistí (no demasiado, Perez se rindió fácilmente) para comprar algo relacionado a él, así que por cinco euros nos llevamos tres vacitos de shots del nenito meador.

El look de hoy:


Manneken pis de chocolate:


Merchandasing irresistible:


Manneken pis y Mafalda, un solo corazón: