martes, 6 de octubre de 2009

EL VALIJAZO

Llegó la valija y con ella el valijazo.

¿Qué campera llevo? ¿Cuántas camisetas? La ropa térmica, ¿no será una exageración? ¿Y llevar dos cremas de enjuague? El dermaglós y el fango para la cara, ¿los fracciono? Las botas de Camper, ¿sí o no? Si en los viajes subo de peso, ¿conviene llevar ese jean de Zara que tanto me gustaba y tanto se estiró? ¿O estar previendo eso ya es cualquiera? ¿Hay que llevar paraguas o robárselos a nuestros anfitriones? ¿Y el libro de Anne sobre Berlín y Buenos Aires? Es muy pesado, está pegado, no cosido, pero también es una especie de mapa del tesoro hacia el Berlín que más me interesa.

Esta vez les digo que no a:

* la lana (no tejí nada en el viaje anterior),
* los libros (no quiero llevarme un mundo de acá a mi alrededor, como una escafandra; prefiero entregarme a los textos que encuentre por ahí, libros, revistas, comics, folletos turísticos, mensajes en la heladera, lo que sea),
* un tercer equipaje! (crimen contra el sentido común que cometí el otro año).

El sábado viene mi tía Ana a ayudarme a pensar la valija. Qué programa de huérfana. Tiramos la ropa arriba de la cama, digo, la presentamos. Me la pruebo. Armamos la mayor cantidad de combinaciones (conjuntitos, diría Irma) posibles. Anoto todo mentalmente y mi ansiedad disminuye en un porcentaje considerable. Pero esto es recién el sábado, hoy es martes y de reojo estoy viendo la valija y me parece que ella también me espía mientras escribo.

4 comentarios:

Moni dijo...

A mí me supervisa el equipaje mi hermana. Un año me hice la rebelde madura y cuando llegué a destino me dí cuenta de que iba a tener que usar el mismo abrigo todos los días. Soy un desastre!

Moni dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
laurita dijo...

Tirar la ropa sobre la cama y armar conjuntos para decidir qué es más conveniente llevar de viaje es de persona muy organizada y responsable. Admírote.

!armend0 dijo...

Jajajjaj!!!

Qué coqueta resultaste, toda una diva!!!