Le insistí a Jose para que viniera conmigo a La Cartoucherie con la absurda esperanza de que la reunión incluyera visita por las instalaciones. ¡Y así fue! Liliana estaba bastante ocupada cuando llegamos, así que para entretenernos mientras la esperábamos, le pidió a uno de los actores del Théâtre du Soleil, Pascal, que habla español, que nos paseara. Antes que nada, Pascal, que estaba en la cocina, nos ofreció algo de tomar; durante toda la recorrida fuimos tomando té en vasito de vidrio.
En el taller donde se construyen las escenografías y la utilería, Pascal nos explicó que los actores también hacen trabajos técnicos. En el hall nos contó que la decoración de ese espacio cambia con cada espectáculo que presentan. Había artistas plásticos pintando afiches de películas viejas, y un gran mural, ya terminado, del Faro del Fin del Mundo, en Tierra del Fuego, ya que la obra que preparan está basada en la novela homónima* de Julio Verne. Pasamos a la sala y Pascal nos dijo que teníamos que guardar silencio porque estaban ensayando. Nos enseñó el espacio común en el que los actores se preparan y esperan mientras no están en escena. No hay camarines individuales y, si no entendí mal, el público puede verlos cuando está entrando a la sala. Este espacio también está decorado con imágenes que aluden a la obra. A través de los percheros con el vestuario, espiamos el ensayo, pero a Pascal le pareció que veríamos mejor desde arriba, desde las butacas. Llegamos en el preciso momento en que Ariane Mnouchkine paraba la pasada y nos quedamos unos instantes, mientras ella empezaba una devolución. Daba muchos rodeos y me pareció que estaba por decirle algo no muy agradable a un actor y que buscaba la manera más cuidadosa de hacerlo. En todo caso, Pascal se apuró para sacarnos de ahí. Alcancé a ver que había varias personas con computadoras, supongo que asistentes, operador de luces, etc., y que en cada puesto de trabajo había micrófonos pequeños y discretos. También vimos que estaban filmando el ensayo, filmaciones que después los actores pueden ver en una pantalla que está en ese espacio abierto de trabajo debajo de la sala.
Pascal me preguntó si me interesaba "la costume" (el vestuario). Bien sûr! El taller de costura queda en otro edificio de los varios que forman parte de La Cartoucherie. Nos mostraron que la ropa se compra de segunda mano y se arregla. También había muchos rollos con diferentes géneros. En otro taller del mismo edificio había dos mujeres cosiendo telas grandes como todo el piso del lugar.
Todas las personas que nos cruzamos nos saludaron muy amablemente sólo porque Pascal les decía que éramos de Argentina y estábamos de visita. Eso era suficiente.
Por todas partes había fotos y libros de la época en la que se desarrolla la obra, para que los actores, los vestuaristas, los plásticos, todos, se documentaran y se inspiraran.
Después tuve oportunidad de charlar con Liliana, que es argentina y se ocupa de las relaciones públicas del teatro. Ya que ella vino a París exiliada y que muchas personas me habían comentado lo accesible y cálida que es, me parecía que era hora de presentarme, de contarle qué soy y qué hago, dejarle un libro y una carpetita (o dossier, como digo acá, ¿cómo le iré a decir en inglés?). Logré vencer mi vergüenza o vaya uno saber qué mierda es ese sentimiento, y contarle todo, la historia de mis viejos, cómo empecé a escribir teatro, cómo insisto con el temita, cómo siento que el Premio Rozenmacher cambia todo porque viene a decirme que el mundo entero me compete como dramaturga. Ella fue, en efecto, muy cálida. Como cualquier compañera de los viejos que el/la hiji puede encontrar por el mundo. Hasta tuvo la paciencia de buscar en internet el nombre del festival en Bayonne donde se leyó Peaje y de imprimirme el programa. Y si bien me freakié y me puse la campera antes de que terminara, me fui con la sensación del deber cumplido.
Sí le di tiempo a Liliana de contarnos algunas cosas más sobre el Théâtre du Soleil. Por ejemplo, que todos los miembros de la compañía cobran lo mismo, incluso Ariane; que durante seis meses estuvieron viviendo ahí los miembros de un grupo de teatro de Afganistán a los que ellos apoyan y a los que también les enseñaron algún oficio relacionado con la actividad teatral; que tenían que estar estrenando en estos días y la obra no estuvo lista, se pasó para diciembre y están todos bastante tomados por eso. Pascal también nos lo había comentado. Me cayó muy bien que no quisieran hacerse los cancheros: un teatrista argentino jamás te confiaría que no está pudiendo con algo. Ellos cuentan en su sitio web que estrenarán el 23 de diciembre "si los dioses del teatro nos son favorables".
A la salida nos esperaba el atardecer de esa tarde plácida de otoño (voy a empezar a escribir así, ¿qué les parece?). Paseamos por La Cartoucherie, que fue una fábrica de municiones, después una fábrica de municiones abandonada, antes de ser ocupado por estos utopistas del teatro. No había foto que le hiciera justicia al lugar, porque sólo pueden verse edificios como cuadras militares en el medio de los árboles, y nada de eso alcanza para transmitir la maravilla de las condiciones que supo crear esta gente para hacer teatro. No había posibilidad de sacarle a una foto a eso que me mantuvo emocionada desde que empezamos la recorrida con Pascal hasta que salimos al Bois de Vincennes y nos cruzamos con los primeros ciclistas, con los que una vez más, como tantas, nos subimos a un viaje completamente diferente. Estar en un país en el que el ciclismo es pasión no deja de ser sorprendente y divertido.
(Hay fotos del Bois de Vincennes, pero están en la cámara que quedó en París. El otoño en ese bosque es todo amarillo y fucsia. No ocre. Amarillo y fucsia vibrantes. Pero no hay caso, lo nuestro es la palabra, no la fotografía).
* No quería dejar de decir que la palabra "homónima" es lo goma.
sábado, 31 de octubre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentarios:
Hola, trabaje con Liliana Andreone en baires en 1989 en el Teatro de las Provincias...estaba googleando porque necesitaba localizarla para hacer de puente con otra gente... por favor si tenes un mail de ella o un telefono te super agradecería... saludos!
Publicar un comentario