lunes, 26 de octubre de 2009

LA SALADA DE PARIS *

Nos ajustamos los cinturones apenas salimos del metro. Guardamos la cámara de fotos en la mochila, escondimos la billetera, tomamos las precauciones que tomaríamos en Buenos Aires en un lugar con mucha gente. Por delante teníamos el mercado de Clignancourt, La Salada de Paris, nos había adelantado Kelo. Con las medidas de prevención ya implementadas, empezamos a caminar por unas calles angostas, rodeados de negros lookeadísimos y de turistas que también miraban con asombro todo lo que los rodeaba. Había mucha gente, mucha, como si el colectivo estuviera lleno y ya no abriera la puerta porque no entraba más nadie.

Durante cuadras y cuadras, miramos los puestos de ropa supuestamente barata (¡50 euros un pantalón deportivo que imitaba muy bien a los Adidas! Todo en Paris es caro), zapatillas truchas y objetos africanos. Esas serían las especialidades de Clignancourt. Además, se pueden encontrar DVD's, antigüedades y banderas de muchos países.

Encontré unas zapatillas, supuestamente Nike, rosas con detalles rojos a 30 euros. Estaban muy buenas y me las probé. La derecha me iba bien pero la izquierda me ajustaba demasiado. Me paré, caminé un poquito, toqué la punta de la zapatilla izquierda, me volví a poner mis zapatillas para probar cómo me sentía cómodo, me volví a poner las rosas y me las saqué. Sabía que no me resultaban muy cómodas pero eran tan lindas que estaba dispuesto a ablandarlas. En cuanto iba a salir de la duda, apareció el árabe dueño del puesto, que durante todo ese rato había estado cagando a pedos a sus empleados, me sacó las zapatillas de la mano y en francés, según me tradujo Perez, me dijo que no tenía que dudar tanto, que si dudaba quería decir que no eran cómodas y si no eran cómodas no tenía sentido comprarlas. Los árabes hablan como si estuvieran enojados pero no siempre lo están. Su sentencia lo tomé como un aviso del destino y me fui cabizbajo, dudando si no tendré un pie más grande que el otro.

* Este post carece de imágenes porque, primero, nos dio miedo sacar la cámara y, cuando entramos en confianza, nos dio fiaca porque había mucha gente.

5 comentarios:

Unknown dijo...

Una lástima, lo de las fotos y lo de las zapatillas (yo hice eso con un par de botas y a fuerza de usarlas, rellenarlas con cosas y demás, me quedan bien)

Saludos!

Malhumoretti y Neptuno dijo...

bu! queremos muchas muchas fotos! puede ser un fotoblog?

Marie dijo...

preciso más fotos, así no va la cosa

lali balbi dijo...

uy sí fotos!!!
porque me estoy imaginando las zapatillas rosas nike de josé y no encuentro el tono...

Anisett dijo...

yo realmente creo que tengo un pie mas largo que el otro