jueves, 12 de noviembre de 2009

CHICA FÁCIL

¿Qué me imaginaba que iba a pasar en Berlín para los 20 años de la caída del muro?

Una celebración oficial. Varios eventos opositores, por izquierda y por derecha. Y fiestas. Influenciada por mi amiga más top, Ana W., creía que Berlín iba a ser un viva la pepa que me iba a dar bronca por banal, pero al cual iba a sumarme sin dudarlo un instante. La princesita montonera vive en la contradicción y hoy por hoy la lleva bien.

¿Qué pasó en Berlín para los 20 años de la caída del muro?

Poco y nada. El jueves, U2 tocó 20 minutos, parece, no puedo dar fe, porque yo me encontraba en el para nada glamoroso barrio de Marzahn poniéndome en pedo con los desclasados. Construyeron un muro de fichas de dominó gigantes, pintadas sobre todo por alumnos de escuelas alemanas, pero también por el nieto de Nelson Mandela, una escuela de India, un amigo de Olga (una chica alemana que nos está orientando un poco) que es artista y trabaja con sandías, Coca-Cola, EasyJet, Blue Man Group y una fisioterapeuta de Berlín Oriental que se trató de escapar en un baúl de auto, la agarraron, pasó 22 meses en cana, hasta que la canjearon por plata y pudo salir al Oeste dejando atrás a toda su familia. Todo esto sí fue visto por mis propios ojos, el sábado, fisioterapeuta y marido incluidos, entre un mar de turistas, salchichas y chupi, mucho chupi, acá se toma mucho. El lunes se tiró abajo ese monumento al mal gusto y los eslóganes bajas calorías, pero como el evento tenía que carecer de toda onda, ni siquiera se aprovechó el efecto dominó y lo derribaron en tres etapas perfectamente controladas. Esto lo sé por unas chicas argentinas que estuvieron ahí. Yo estuve viendo la tele con Claudia y duré sólo un par de discursos presidenciales. A la noche no hubo fiesta alguna. Nuestro barrio, Kreuzberg, estaba bastante animado para ser lunes, con gente en los bares, pero me parece que era un lunes normal en esta ciudad bastante noctámbula para ser Europa. A ninguno de esos parroquianos le importaba un pito el muro. No se estaban emborrachando para festejar su caída, ni para olvidar la del socialismo.

¿Qué le pasó a Perez con todo esto?

Perez se encabronó con el capitalismo, con la saña y el revanchismo con los que se abalanzó sobre el Este, y con Berlín, toda Berlín, los evangelistas de Occidente, los ex RDA que no se atreven a expresar ninguna crítica a la forma en que se hizo la reunificación, los que piensan que algo que pasó hace 20 años es historia, los que fueron a ver el dominó, los que lo vieron por tele, los que se fueron a dormir. Todos.

¿Cuándo se le pasó la mufa?

El martes, cuando ya no tuve nada que exigirle a la ciudad. Cuando me entregué a las bicis y las bicisendas, la feria turca, el canal, el teatro HAU y su programación extranjera que me invita a la ilusión, la ropa usada, la milonga en Clärchens Ballhaus. Perdimos el último subte, volvimos en tranvía muy cancheros, nos bajamos mal en Warschauerstrasse, descubrimos los docks y el puente con todo su encanto ferroviario, bajoneamos turco y llegamos como pudimos hasta la cama. Ahí me acordé qué me había gustado tanto de Berlín el año pasado, por qué quise volver, y la ciudad y yo nos amigamos. Soy una chica fácil.

2 comentarios:

Leo Carioca dijo...

Pero bueno, pq tanta bronca y contradciones!!!!

Ya te cuento que me rebé la frase "evngalestis de occidente".

Pepe: escribime desde el mail que estés usando. Creo que era uno de gmail, que no tengo grabado. Quiero hacerte un par de preguntas.

Malhumoretti y Neptuno dijo...

no es fácil pérez. es accesible.