Pasa algo raro con la limpieza en Berlín. Hay muy pocos tachos de basura en la calle, pero a pesar de eso la ciudad no se ve sucia. Es decir, no hay cosas tiradas en el piso, sólo hojas de árboles. El espacio público se cuida, pero de las puertas de bares, restorancitos y boliches para dentro, es el reino del Mundo Caca.
Para empezar, está permitido fumar. Abrís la puerta y te sumergís en un vaho de calefacción, tabaco y frituras (si te da por la comida turca). Después hay que dejar la ropa en el balcón para que se le vaya el olor. No es raro encontrarse con los vasos y platos que dejó otro comensal y tener que alcanzárselo uno al mozo. Las servilletas son una extravagancia.
Anoche fuimos a bailar música balcánica. Dejamos los abrigos y una cartera en unas gradas y nos fuimos al centro de la pista. Ya aprendimos que acá nadie te toca nada. Pero al rato volvimos a buscar algo y encontramos nuestras cosas en un charco de cerveza y vidrios rotos. Más tarde, en la barra, la chica que preparaba los tragos nos mostró la cara más desfachatada del Mundo Caca berlinés. Servía las bebidas rapídisimo, volcando todo sobre la mesada y sobre su ropa. En un momento fue muy enfática al apoyar un vaso, salpicó y me metió un mierdazo en el ojo.
Berlín es Mundo Caca y no le avergüenza, más bien por el contrario. Lo "trashie", palabra que le escuché por primera vez en este viaje a mi prima Laura, es la estética de Berlín. Hasta el local de Camper* del barrio burgués de Charlottenburg, en el Oeste de la ciudad, está decorado con capas y capas de afiches rotos.
Hoy Martin, el amigo de mi prima que vive acá, nos invitó a una fiesta a la tarde... una fiesta que había arrancado anoche y seguía hasta esta noche. Fue imaginarme la cacona y que se insinuara la náusea.
* Muchachos de Camper, aprovecho este post que nada que ver para hacerles saber que les pertenezco. Y que sus botitas marrones han tenido su bautismo de caca en esta ciudad y sobrevivieron. Yo sé que este post tan escatológico disminuye las probabilidades, de por sí exangües, de que me elijan su embajadora mundial y me den zapatos de por vida, pero igual piénsenlo, les re conviene.
domingo, 15 de noviembre de 2009
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4 comentarios:
mundo caca en allá es distinto, que más se puede pedir de este blog?
Ah, bienvenidos al no-servicio alemán! Sí, sí, mucho Autobahn, mucho Porsche y Mercedes, mucha organización y qué se yo pero la atención en los bares es la peor! Los mozos te ignoran, tardan 20 minutos en traerte un café, las servilletas, como bien observaron, sólo se dan con la comida-comida, jamás con un café, torta o sánguche... en fin, no sigo que me hago malasangre, y en dos días tengo una cena.
¿Qué es eso del "mierdazo en el ojo"? Qué linda forma de decir que se salpicó, me reí todo el resto del post.
Mierdazo en el ojo: red bull, cerveza, limón, coca-cola, whisky, vaya uno a saber qué era, pero me ardió y me dio mucho asco.
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