Extraño los dulcitos de Francia: el pain aux chocolat, las galletitas Lu con chocolate, los espéculos, los crépes con nutella. Todo en su medida y armoniosamente, como pedía el General, fue degustado durante nuestra estancia en el país galo (esto de convivir con un periodista está afectando mi prosa). Me pareció importante no abalanzarnos sobre las góndolas o los puestitos callejeros desde el primer día, para que el impacto de estos ¿alimentos? diferentes sobre nuestro sistema digestivo fuera progresivo. Somos los dos flacos (sos flaca, Perez, sos flaca) y de comer casero y sano, aunque sin exagerar. Pero ahora me arrepiento de no haber comido más o no haber traído más delicias de allá. Los dulces de acá no me tientan nada. Por suerte el nutella es internacional. Compramos el primer frasco propio hace un par de días y ya se ve el fondo. También encontramos este chocolate Ritter con yogur de frutilla que le rompe el orto al Cadbury (estos temas me ponen muy pasional, sepan disculpar el exabrupto):
viernes, 13 de noviembre de 2009
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3 comentarios:
erdbeer es la fonética de un erucccto.
uy necesito eso en este momento! me bajo a mi también
erdbeer es frutilla, no? era lo único que sabía decir... yo en alemania fui feliz con los frutos rojos y el salmón ahumado y los pepinos y el lever y el pan pumpernickel, menú repetido pero super efectivo... y unos arenques en crema ácida, madre mía!
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